miércoles, 22 de octubre de 2008

Palabras más, palabras menos.



Cuando hayas de pronunciar mi nombre que sea dirigido por la cadencia de tus latidos.
No llenes tu boca con palabras como puños.
Que tus sílabas no sean filosas hojas que dejen cicatrices en mi alma.
Muérdete los labios antes de escupir palabras como agujas.
No vayas a hablarme nunca de amor mientras no puedas enjugar
el desengaño que cuelga de tus párpados.
Prefiero el silencio sabio antes que la verborrea lastimosa
de quien no piensa en lo que dice.

MC.