Todas estas palabras que me llegan que dibujo que me queman que se transforman en textos y más aún más mucho más que no puedo detener que no puedo controlar y las palabras que me trepan que se cuelgan de mis manos y se arrojan desde mis dedos y las otras que se meten por mi boca y que escupo con miedo con tristeza con rapidez sin pensarlas sin tragarlas sin quedármelas y con este oficio de ciegos de sordos de mudos este oficio que me arranca las entrañas y me deja sin aliento este escribir sin pensarlo esta locura de dar y de darte y de darme y de no esperar de no esperarte de no esperarnos este sin sentido que toma forma este crepitar de letras este fuego que me seca la piel esta fugacidad este avanzar sin ir a ninguna parte este querer sin querer este amor voraz este torpe estremecimiento este corazón sin palpitar que se despierta y que despierta los sentidos despierta las caricias despierta en sueños y trabaja para amarte para quererte para llevarte a cuestas en los labios en las sienes en las piernas en la cintura en el sexo en las yemas de los dedos en las palabras las palabras otra vez que son mi lengua y mis ojos las palabras que no me dejan vivir en paz ni morir en guerra que no me dan tregua que no me dejan descansar en el cansancio con la tenacidad de quienes deben nacer crecer morir con el desliz vulgar con la razón indigna con el capricho mediocre con insistencia descubriendo mis sentimientos palabras que delatan que se venden se prostituyen se revuelcan en mi cuerpo en mi mente en mi recuerdo palabras que serpentean en este laberinto que corren que huyen que se quedan palabras que se yerguen como estatuas que se desmoronan como castillos de arena que se regalan que se asustan y se esconden tras mis ojos palabras que te esperan que me desesperan que te son leales que me son infieles ingratas palabras mal traídas mal nacidas mal heridas mal vividas y otras bienaventuradas bienvenidas palabras que se tropiezan se confunden se devoran entre ellas que compiten por tus ojos por tus manos que te desean que se adueñan de esta dueña sin titulo de propiedad sobre ellas que se sacuden del lomo la tierra que se ahogan en tus mares que se refugian en tus tal vez que se dan vuelta y me miran sonrojadas sorprendidas aturdidas arrepentidas agradecidas y se quitan los bozales se apoderan de mis riendas de mi resistencia que me quiebran que me dejan desnuda la piel desnudo el rostro desnuda el alma desnudos los pies que te siguen desnuda la boca que te grita que te moja que te pide palabras que tropiezan que se rasguñan que se quejan y lloran y me suplican y me ruegan y se amontonan y se escapan de mí y me despojan nuevamente me hurtan la conciencia me rebalsan me enloquecen como enloquecen las horas como enloquece el tiempo quieto como se quedan sin cordura las noches que no me duermes que no me velas que no me colmas con el viento que me azota con las sombras que me envuelven con el insomnio en esta madrugada con la oscuridad en la ventana y en la lluvia que me canta que invita a mis palabras a danzar en torno de mi hoguera en este ritual en este acto sin igual de concebirlas de gestarlas de parirlas.
M.C.
2011-07
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