“Triunfás porque sos apenas
embrión de carne cansada
y porque tu carcajadaes
dulce modulación.
Cuando implacables los años
te inyecten sus amarguras...
ya verás que tus locuras
fueron pompas de jabón.”
Pompas de jabón.
Letra de Enrique Cadícamo
Música de Roberto Emilio Goyeneche
Ah querido Enrique, mi muy querido Enrique, lamentablemente debo diferir en esta oportunidad respecto de tu visión sobre las ilusiones. Tantas veces soplé a través del aro enjabonado de los delirios, buscando utopías en cada una de las burbujas que se le desprendían, parte gracias a la sofisticada maquinaria que las formaba, parte gracias a la fe irracional con la que llenaba los pulmones de aire… Y aunque la mayoría de las veces los esféricos sueños se desmaterializaban en el aire casi instantáneamente apenas elevados, hubo veces, grandiosas veces en que volaron más allá de lo imaginable, hasta perderse llevando consigo el orgullo iridiscente del logro.
Hubo amarguras, claro está. Posible y lamentablemente tal vez vuelva a haberlas. Pero sobre todo hubo esperanza. Y feliz y afortunadamente la seguirá habiendo. Que nadie nos quite la exquisita e impertinente liviandad de ser SOÑADORES CRÓNICOS.
M.C.
Agosto de 2009.
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